He empezado el año con fuerza. Llevo un par de semanas de no parar (aunque no todo por cosas buenas, la vida es así), pero esta última está siendo especialmente completa. El viernes pasado me escribieron desde Aliar Ediciones para informarme (a mí y al resto de los autores) de que el libro de la antología ya se podía adquirir aquí. Y este fin de semana viajaré a Granada a la entrega de premios y presentación de la obra.
Desde que el año pasado tomé la decisión de empezar a hacer lo que me gusta: escribir, y posteriormente, la de dejar de esperar a alcanzar una absurda perfección para mostrar a los demás lo que escribo, mi mundo ha cambiado mucho.
En octubre, aproximadamente, un tarde revisando arriba y abajo la página escritores.org, encontré un premio de poesía que organizaba una editorial granadina (Aliar Ediciones) en el que el primer premio consistía en publicar un libro con ellos. Solo había que enviar un poema. El problema era que no podía mandar ninguno de los que forman Con los ojos desteñidos por el viento, porque los había presentado a otros concursos y enviado a otras editoriales (Postdata 😊), así que, rescaté un texto antiguo, de 2019, de cuando trabajaba en un Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA), en Orcasitas.
Era un texto que no estaba muy claro si era poesía, relato corto o prosa poética, pero al que le tenía cariño porque se lo escribí a una alumna muy especial. Una mujer con una vida durísima que se emocionaba con la literatura, que escribía pequeños relatos y que, sobre todo, corría de un lado a otro agotada y desesperada, sin tiempo para nada, pero especialmente para sí misma.
Elegí ese texto y lo mandé sin ningún tipo de aspiración. Había leído los textos ganadores de los años anteriores y eran textos muy poéticos, muy cuidados. No estaba claro que lo que yo mandaba encajara mucho en lo que se esperaba allí. Pero, para mi sorpresa, al jurado de este año le pareció bien incluirlo en la antología junto con los textos de otros cincuenta autores (muy buenos, echadle un vistazo al libro, merece la pena).
Este fin de semana se entregan los premios a los ganadores: Manuel Perez Marín, Cris Rivero Merino y Aurelio Trujillo Cabezas (primer, segundo y tercer premio, respectivamente) y la editorial nos ha invitado a todos los autores de la antología a participar en un acto poético en La Tertulia en Granada.
Al principio parecía un poco locura ir, pero en casa tengo a alguien maravilloso (que me está apoyando muchísimo) que me animó a hacerlo y, además, la filosofía de este año es: “Carpe Diem porque Tempus Fugit” 😜 como decían mis alumnas de Bachillerato del curso pasado, así que, allí estaré este fin de semana.
Espero pasarlo genial, conocer a otros autores y disfrutar del acto. Ya os iré contando. Pero estoy muy ilusionada.