Empezar a escribir no fue difícil. Fue casi una necesidad física. En mi cabeza bullían mil ideas confusas, enredadas, y el trazo del bolígrafo en aquel cuaderno escolar tiraba del hilo hasta transformar el caos en palabras sin apenas darme cuenta.
Pero empezar a escribir fue una necesidad que creó en mí la lectura. Es decir, primero y fundamentalmente fui lectora y luego, apasionada y desordenadamente, escritora.
Cada persona que lee o escribe tiene unos motivos diferentes para hacerlo. Yo siempre leí para saber más y escribí y escribo para entender mejor.
He leído poco para entretenerme. Siempre busco en los libros, ideas, valores, opiniones. Aprendizajes para la vida, en definitiva. Es mi forma de enfrentarme con la visión del mundo que tienen los otros, de mirar por el caleidoscopio de las múltiples perspectivas.
Y escribir, he escrito siempre para intentar entender. Las palabras que desenredan ovillos. Que ordenan o que lo intentan.
Alguien podría pensar que después de tanto tiempo ya sé algo. Pero cuanto más te esfuerzas por saber, más dudas. Es inevitable. Aun así, para algunos, también es inevitable seguir intentándolo.
Este blog es una forma de compartir con otros esas ideas, esos pensamientos que tantas veces necesito poner por escrito. Por si acaso a alguien le apetece leerlos, discutirlos o pensarlos.
Bienvenidos y gracias por la compañía en este pequeño viaje.
MªLuz.
¡Bienvenida a la blogosfera!
Muchas gracias, Ana.
¡Un abrazo muy fuerte!
Genial.
¡ G E N I A L !